Se ha dejado crecer la semilla en suelo pantanoso.
y una vida comenzó sin apenas ser bien recibida.
He andado larga vida solo,
sin fuerzas, sin pasión, sin amor.
Siempre he deseado encontrar
esa mano que acaricia el alma.
He navegado largo tiempo sin rumbo,
mientras este cuerpo en pena,
se hundía en la desesperación.
Si, he sido protegido, pero en el silencio del amor,
mientras esta alma ansiaba conectar el corazón
con otro rebosante de amor.
He navegado sin rumbo cual inexperto marinero.
He llenado la vida de errores y malas experiencias.
He buscado al Señor por diferentes caminos y
solo he hallado dolor y desamor.
He buscado el Justo camino en este mundo de oscuridad y
ráfagas de luz entre oscuras nebulosas;
llenaba mi vida de dudosas esperanzas.
Así, he andado muchos caminos entre el bien y el mal.
Señor, ya he envejecido.
Estoy gastando el resto de mi vida buscándote.
Quiero ir a ti, mientras siento,
cómo esta semilla se precipita hacia el vacío.
Ya he terminado la carrera de vivir
siempre huyendo de terribles sufrimientos,
horrorizado he quedado entre tantos lamentos,
no quisiera otra vez vivir de nuevo así.
En medio de tanta dureza en el mundo
no he podido conocerte del todo.
Te he buscado intensamente y
a causa de mis muchos errores
no he conseguido plenamente encontrarte.
En silencio me encuentro junto al Señor,
Siento vergüenza al recordar mis muchos errores..
Pero el Señor me tiende su mano.
¿Habrá perdonado todos los errores de mi vida?
Sonríe y me dice, ¡ven!
Pero si acaso limpias mi alma,
que no sea para vivir lejos de ti,
quiero sentir vibrar la vida cerca de ti
cantando eternas canciones de júbilo,
o déjame entonces tranquilo morir.