UNA DEMOSTRACIÓN DE AMOR

MI FIEL PELUCHE.

Hace ya algunos días que se ha marchado definitivamente mi Peluche. He gozado durante doce años de su compañía. A pesar de su vida animal, ha mostrado un amor que no veo en gran parte de mi mundo. Me he sentido acompañado. Me ha sorprendido sus expresiones cariñosas, la entrega total hacia los otros. Le he buscado cuando necesitaba de mis cuidados y he sentido emociones en mi cuerpo que me ha llegado al alma.
Sus paseos eran como andar por caminos de felicidad, no solamente olfateaba todo su territorio a mi lado, también gozaba de muchas caricias de personas conocidas que se cruzaban en su camino. Era feliz. También yo me he sentido feliz cuando él buscaba mi mirada y sus ojos se fijaban en los míos aprobando su total tranquilidad.

No solamente los humanos nos amamos, mi Peluche marcaba otra dimensión a su instinto animal. Su salida a la calle no era una huida hacia cualquier lugar, volvía constantemente su cabeza hacia atrás, cruzaba su mirada con la mía invitándome a su ansiado paseo.
He sentido parte de su amor en mis entrañas, he sentido que algo llenaba un hueco de mi alma. También yo he ido dando parte de mí que alegraba su su vida y su alma.

Adelantar los arreglos de la casa hizo que Peluche se fuera con mi hija. Con alegría fue recibido pero poco a poco, día a día añoraba su vida junto a la mía. La ausencia de sus paseos y sentir la vida junto a la mía ha debilitado su alma. No he sabido ver que yo era parte de su vida y con mi ausencia se derrumbaba su alma. No he sabido ver que yo era parte de su vida y con mi ausencia se lo había quitado todo.

He cometido un gran error. Le he quitado a Peluche parte de su vida, la que estaba ligada junto a la mía, no ha podido soportar mi ausencia. Yo no tenía un concepto claro de cuanto podía querer un perrito a su compañero. El me lo ha enseñado. Yo se que el amor es compartido y quitarle mi cariño le ha debilitado el alma. Amar es compartir y gozar de la presencia de lo suyo para vivificar el alma.

El amor es lo más sublime, el sentimiento de vivir intensas emociones con aquel que te busca y te desea. No se puede amar a quien no conoces, es necesario entregarse y compartir el precioso tiempo de vivir juntos, entregándose mutuamente el uno al otro. Yo era su vida en sus juegos, salidas de paseo, cuidado y limpieza. Lo era todo para él. Peluche era mi lazarillo, quien andaba siempre a mi lado para vivir cada momento del día buscando la parte de su vida que estaba en mi.

Me aparté de su camino. La ausencia conduce al olvido y debilita el alma. No se puede sentir emocionalmente lo que permanece ausente. LA ALEGRIA ES EL REFLEJO DEL ALMA.

Nosotros sentimos que el amor debe ser compartido, también los animales lo saben. Nosotros formamos parte de su vida. La ausencia hace sentirse solo, débil y vacíos. No cometería de nuevo éste gran error. Me ha dejado una gran lección que me ha costado perder su propia vida.

Después de quince días ausente llegó a casa. Subió las escaleras de tres pisos sin descansar, como si le empujara el viento y levantaba sus patitas deseando ser abrazado. Su lengua lamía mi cuerpo mostrando su alegría. Una hora más tarde su cuerpo se desplomó en el suelo sin poder levantarse.
La consulta al veterinario fue deprimente. Tubo que ser atendido colocándole un gotero. Había cogido una gran anemia y perdido medio kilo de peso. La analítica indicó una gran depresión. Una carencia grande de glóbulos rojos. Una gran debilidad.
Ante el asombro de esta tremenda recaída y habiendo visto la rapidez en subir las escaleras, quede sorprendido.
¿Como sacastes tantas fuerzas para subir las escaleras sin parar de tres pisos buscándome? El ansía de recuperar parte de lo tuyo que era también parte de mi vida no pudiste superar. Has demostrado intensamente que me querías. Me has dado una gran lección de cariño a costa de tu vida, me has enseñado a amar. No volvería a cometer de nuevo éste gran error.

Has sido como un ángel para mi.
Ese gran amor que emitías con la mirada de tus ojos,
Ese movimiento brusco de tu cuerpecito buscado el mío,
Esa lengua que besaba alegremente mi cuerpo.
Todo queda grabado en mi mente, como si andarás siempre junto a mi.

SIEMPRE CONTIGO MI FIEL PELUCHE.

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