IMPERFECCIÓN DEL CULTO ANTIGUO.

HEBREOS 8.1-10

1Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, aquel que se sentó a la *derecha del trono de la Majestad en el cielo, 2 el que sirve en el *santuario, es decir, en el verdadero tabernáculo levantado por el Señor y no por ningún *ser humano.
3 A todo sumo sacerdote se le nombra para presentar ofrendas y sacricios, por lo cual es necesario que también tenga algo que ofrecer. 4 Si Jesús estuviera en la tierra, no sería sacerdote, pues aquí ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas en conformidad con la ley. 5 Estos sacerdotes sirven en un santuario que es copia y sombra del que está en el cielo, tal como se le advirtió a Moisés cuando estaba a punto de construir el tabernáculo:
 “Asegúrate de hacerlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña.»
6 Pero el servicio sacerdotal que Jesús ha recibido es superior al de ellos, así como el pacto del cual es mediador es superior al antiguo, puesto que se basa en mejores promesas.

IMPERFECCIÓN DE LA ANTIGUA ALIANZA.

7 Efectivamente, si ese primer pacto hubiera sido *perfecto, no habría lugar para un segundo pacto.
8 Pero Dios, reprochándoles sus defectos, dijo:

«Vienen días dice el Señor,
en que haré un nuevo pacto
con la casa de Israel
y con la casa de Judá.
9 No será un pacto
como el que hice con sus antepasados
el día en que los tomé de la mano
y los saqué de Egipto,
ya que ellos no permanecieron fieles a mi pacto,
y yo los abandoné
dice el Señor.
10 Éste es el pacto que después de aquel tiempo
haré con la casa de Israel dice el Señor:
Pondré mis leyes en su mente
y las escribiré en su corazón.
Yo seré su Dios,
y ellos serán mi pueblo.

HEBREOS 9.1-28

INEFICACIA DE LOS SACRIFICIOS ANTIGUOS.

1 Ahora bien, el primer pacto tenía sus normas para el culto, y un *santuario terrenal. 2 En efecto, se habilitó un tabernáculo de tal modo que en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados. 3 Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar Santísimo, 4 el cual tenía el altar de oro para el incienso y el arca del pacto, toda recubierta de oro. Dentro del arca había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que había retoñado, y las tablas del pacto. 5 Encima del arca estaban los *querubines de la gloria, que cubrían con su sombra el lugar de la *expiación. Pero ahora no se puede hablar de eso en detalle.
6 Así dispuestas todas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente en la primera parte del tabernáculo para celebrar el culto. 7 Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y sólo una vez al año, provisto siempre de sangre que ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia cometidos por el pueblo. 8 Con esto el Espíritu Santo da a entender que, mientras siga en pie el primer tabernáculo, aún no se habrá revelado el camino que conduce al Lugar Santísimo. 9 Esto nos ilustra hoy día que las ofrendas y los sacricios que allí se ofrecen no tienen poder alguno para *perfeccionar la conciencia de los que celebran ese culto. 10 No se trata más que de reglas externas relacionadas con alimentos, bebidas y diversas ceremonias de *puricación, válidas sólo hasta el tiempo señalado para reformarlo todo.

EL SACRIFICIO PERFECTO DE CRISTO.

11 *Cristo, por el contrario, al presentarse como sumo sacerdote de los bienes denitivos en el tabernáculo más excelente y *perfecto, no hecho por manos humanas (es decir, que no es de esta creación), 12 entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo.
No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno. 13 La sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de una novilla rociadas sobre personas *impuras, las *santican de modo que quedan *limpias por fuera. 14 Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, puricará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, hará de que sirvamos al Dios viviente!
15 Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora que él ha muerto para liberarlos de los pecados cometidos bajo el primer pacto.
16 En el caso de un testamento, es necesario constatar la muerte del testador, 17 pues un testamento sólo adquiere validez cuando el testador muere, y no entra en vigor mientras vive. 18 De ahí que ni siquiera el primer pacto se haya establecido sin sangre. 19 Después de promulgar todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, Moisés tomó la sangre de los becerros junto con agua, lana escarlata y ramas de hisopo, y roció el libro de la ley y a todo el pueblo, 20 diciendo: «Ésta es la sangre del pacto que Dios ha mandado que ustedes cumplan.» 21 De la misma manera roció con la sangre el tabernáculo y todos los objetos que se usaban en el culto. 22 De hecho, la ley exige que casi todo sea puricado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón.
23 Así que era necesario que las copias de las realidades celestiales fueran puricadas con esos sacricios, pero que las realidades mismas lo fueran con sacricios superiores a aquéllos. 24 En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. 25 Ni entró en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26 Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre ante de acabar con el pecado mediante el sacricio de sí mismo. 27 Y así como está establecido que los seres
*humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio, 28 también Cristo fue ofrecido en sacricio una sola vez para quitar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan.

HEBREOS 10.1-25

SACRIFICIOS, HOLOCAUSTOS NO TE COMPLACE.

HE VENIDO PARA HACER SU VOLUNTAD.

1 La ley es sólo una sombra de los bienes venideros, y no la presencia misma de estas realidades. Por eso nunca puede, mediante los mismos sacricios que se ofrecen sin cesar año tras año, hacer *perfectos a los que adoran. 2 De otra manera, ¿no habrían dejado ya de hacerse sacricios? Pues los que rinden culto, *puricados de una vez por todas, ya no se habrían sentido culpables de pecado. 3 Pero esos sacricios son un recordatorio anual de los pecados, 4 ya que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.

5 Por eso, al entrar en el mundo, *Cristo dijo:

«A ti no te complacen sacricios ni ofrendas;
en su lugar, me preparaste un cuerpo;
6 no te agradaron ni holocaustos
ni sacricios por el pecado.
7 Por eso dije: Aquí me tienes
como el libro dice de mí.
He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad. »

8 Primero dijo:

«Sacrificiocios y ofrendas, holocaustos y expiaciones no te complacen ni fueron de tu agrado» (a pesar de que la ley exigía que se ofrecieran).

9 Luego añadió:

«Aquí me tienes: He venido a hacer tu voluntad.»

Así quitó lo primero para establecer lo segundo. 10 Y en virtud de esa voluntad somos *santicados mediante el sacricio del cuerpo de *Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre.
Luego añadió:

«Aquí me tienes: He venido a hacer tu voluntad.»

Así quitó lo primero para establecer lo segundo. 10 Y en virtud de esa voluntad somos *santicados mediante el sacricio del cuerpo de *Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre.

EL NUEVO SACERDOCIO Y LA NUEVA ALIANZA.

11 Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacricios, que nunca pueden quitar los pecados. 12 Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacricio para siempre, se sentó a la *derecha de Dios, 13 en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. 14 Porque con un solo sacricio ha hecho perfectos para siempre a los que está santicando.
15 También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello.
Primero dice:

16 «Éste es el pacto que haré con ellos
después de aquel tiempo dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón,
y las escribiré en su mente.»

17 Después añade:

«Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades.»

18 Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacricio por el pecado.

EXHORTACIÓN A LA PERSEVERANCIA.

19 Así que, hermanos, mediante la sangre (su vida) de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; 21 y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios. 22 Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente puricados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. 23 Mantengamos rme la esperanza que profesamos, porque el es el que hizo la promesa. 24 Preocupémonos los unos por los otros, a estimularnos al amor y a las buenas obras. 25 No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!