LA LEY EL PECADO Y LA GRACIA

* El pecado,

* El castigo por el pecado.
* La salvación por Gracia.

LA FUERZA DEL PECADO.

Romanos 7.14-25

14 Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido a la
sujeción del pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no practico lo
que quiero; al contrario, lo que aborrezco, eso hago. 16 Y ya que hago lo que
no quiero, concuerdo con que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo
el que lo hace, sino el pecado que mora en mí. 18 Yo sé que en mí, a saber, en
mi carne, no mora el bien. Porque el querer el bien está en mí, pero no el
hacerlo.
19 Porque no hago el bien que quiero; sino al contrario, el mal que no
quiero, eso practico. 20 Y si hago lo que yo no quiero, ya no lo llevo a cabo yo,
sino el pecado que mora en mí.
21 Por lo tanto, hallo esta ley: Aunque quiero hacer el bien, el mal está
presente en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de
Dios; 23 pero veo en mis miembros una ley diferente que combate contra la ley
de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis miembros.
24 ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

EL HOMBRE, LA VIDA EN LA CARNE Y EN EL ESPIRITU.

5 Porque los que viven conforme a la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz. 7 Pues la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. 8 Así que, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
9 Sin embargo, vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo está muerto a causa del pecado, no obstante el espíritu vive a causa de la justicia.

PROMESA DEL PASADO QUE SIGUE EN VIGOR EN EL PRESENTE.
PONDRÉ DENTRO DE VOSOTROS MI SANTO ESPÍRITU.

Ezequiel 36: 22-32

Por tanto, dile a la casa de Israel: Así dice el Señor DIOS:
No es por ustedes, casa de Israel, que voy a actuar, sino por mi santo
nombre, que han profanado entre las naciones a donde fueron. Vindicaré la
santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual ustedes han
profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que Yo soy el
SEÑOR, declara el Señor DIOS cuando demuestre mi santidad entre ustedes a
la vista de ellas.
«Porque los tomaré de las naciones, los recogeré de todas las tierrasy los
llevaré a su propia tierra.
Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus
inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré.
Además, les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro
de ustedes; quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un
corazón de carne.
Pondré dentro de ustedes Mi espíritu y haré que anden en mis estatutos, y
que cumplan cuidadosamente mis ordenanzas.
Habitarán en la tierra que di a sus padres; y ustedes serán mi pueblo y Yo
seré su Dios.
Los libraré de todas sus inmundicias;
llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no traeré hambre sobre ustedes.
Y multiplicaré el fruto de los árboles y el producto del campo,
para que no reciban más el oprobio del hambre entre las naciones».
Entonces se acordarán de sus malos caminos
y de sus obras que no eran buenas,
y se aborrecerán a ustedes mismos por sus iniquidades
y por sus abominaciones.
No hago esto por ustedes, declara el Señor DIOS, sépanlo bien.
Avergüéncense y abochórnense de su conducta, casa de Israel.

ESTAR SEPARADO DEL MUNDO.

Cristo “no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo”.
Filipenses 2.5–11

La comodidad, la popularidad, las riquezas y la gloria; él lo sacrificó todo. Su vida entera fue sacrificada para hacer la obra a la cual Dios lo había llamado.
Al ver los resultados de su abnegación nos percatamos de que él no sólo libró a millones de almas de la cautividad del pecado, sino que, además “Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un poder que es sobre todo nombre”. Filipenses 2.9

Lo que se debe negar.

A sí mismo Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9.23).

Los que reciben a Cristo tienen que entregarse por completo a él. “Ya no viven para sí… De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2ª Corintios 5.15,-17

Negarnos muchas cosas sin negarnos a nosotros mismos puede resultar una vida ordenada, pero no una vida nueva. Este tipo de vida no vale nada para Dios.

Para el pueblo de Dios es pecado conformarse a las costumbres pecaminosas y carnales de este mundo. el mal es el dios de este siglo, domina el mundo entero. Tanto es su dominio que el mundo entero está bajo el maligno. 1ª Juan 5.19

El que se conforma a este siglo se deja dominar por el mal y va hacia el desenfreno de pecado y las profundidades de iniquidad. Dios nos ha librado del dominio del mundo y sus modas y sería pecado volver a servir a esos dioses.
El pueblo de Dios ha sido llamado a la santidad, justicia, pureza y fe para poder ganar al mundo para Dios. El cristiano mundano tiene muy poco que ofrecer al mundo. Una vida libre de la mundanería testifica de un entendimiento renovado y gobernado por Dios. Tal vida brilla como luz en medio de una generación maligna y perversa, dirigiendo así hacia Dios la mente de la gente.
La religión pura exige que haya una separación completa del mundo. Dios no acepta como hijo suyo al que ama y toca lo inmundo. Tenemos que negarnos a los deseos mundanos para recibir una herencia en el reino de los cielos.

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