LA SIMIENTE DE LA MUJER

Una teoría sobre el Génesis 3:14-15

¿Quién es la simiente (descendiente) de la mujer que aplasta la cabeza de Satanás?
Texto Bíblico (1400 a.C.)

Entonces el Señor Dios le dijo a la serpiente, “Por causa de lo que has hecho… pondré
enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; Él te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón” (Génesis 3:14-15)

El contexto de este pasaje es la tentación y caída de Adán y Eva por el engaño de “la serpiente.” ¿Quién es “la serpiente”? Apocalipsis 12:9 y 20:2 la identifica como “la serpiente antigua,” “el diablo” o “Satanás.”
Para aquellas personas que solamente aceptan las Escrituras Hebreas como las autorizadas, la serpiente en Génesis 3:14 no puede ser un simple animal. La serpiente debe de ser una persona. La palabra enemistad en las Escrituras Hebreas es una palabra especializada que siempre se
refiere al odio entre personas. 10 Nunca se usa para describir una enemistad entre un animal y
una persona.
En este pasaje Satanás ya ha engañado a Adán y Eva. Los tres son ahora abordados
por Dios.

La Explicación del Texto.

Al examinar con cuidado este texto, encontramos un número de cosas: Dios está hablándole a la serpiente, la cual no es un animal y se identifica en el libro de Apocalipsis como “Satanás.” Dios dice que Él pondrá enemistad (“un odio irreconciliable) entre la serpiente (Satanás) y la mujer. Dios dice que esa enemistad se propagará a la simiente de la serpiente y a la simiente de la mujer. Luego Dios habla específicamente de “uno” de la simiente de Eva, como “él,” 11 un descendiente varón. Dios anuncia que este, “él,” un día va a aplastar la cabeza de la serpiente (Satanás) y Satanás va a herir su talón”
“Entonces aquí vemos que se mencionan cinco participantes en este versículo: 1) Satanás; 2) la mujer; 3) la simiente de Satanás; 4) la simiente de la mujer; y 5) finalmente, uno de la simiente de la mujer, el “él” quien aplastará la cabeza de Satanás pero que es herido en el talón. “¿Qué
significa que el descendiente varón de la mujer “aplaste” la cabeza de satanás.”

Los traductores han interpretado la palabra hebrea magullar, dañar, herir como “aplastar.” Esto se debe a que esta palabra se ajusta mejor al significado del contexto. La palabra textual hebrea significa “quebrar o deshacer en pedazos; herir severamente.”

A pesar de que la misma palabra hebrea se usa (tanto la cabeza como el talón son (“aplastados”), vemos que una de las heridas es irreversiblemente mortal, y la otra no. ¿Por qué? La razón es el lugar que fue aplastado. En la cabeza, eso es irreparable—es un órgano tan vital como para que pueda sobrevivir después de ser aplastado. Esto no es así para el talón. El aplastarle a alguien el talón es producir una herida seria pero no irreparable.
Si una persona se para sobre la cabeza de una serpiente, la misma quedará irreversiblemente
aplastada—entonces la imagen señala a que la herida de la serpiente es mortal. Por otro lado, un talón herido puede ser curado y volver a su normalidad. Por eso es que el gran erudito hebreo Frank Delitzsch dijo que este versículo nos enseña que “la promesa de la victoria es definitiva sobre la serpiente… porque esta sufre una herida mortal.”

En resumen, Dios está diciendo que la simiente masculina de la mujer será victoriosa sobre Satanás
porque él (la serpiente) será herido mortalmente “

¿El descendiente masculino de Eva en este versículo se refiere a la persona de Jesucristo?

Está claro que debe de referirse a algún hombre futuro y, como veremos, el mismo Dios le agrega otras señales de identificación para contestar esa pregunta. Jesús sí se ajusta a los requisitos referidos allí. El mismo Jesús dijo que Él había venido a destruir las obras del diablo.
(Juan 12:31; 16:11; cf. Hebreos 2:14; 1ª Juan 3:8).

¿Alguien más en toda la historia ha pronunciado esta declaración? Cuando Jesús murió en la cruz, Él proveyó y dejó disponible la salvación para toda la humanidad (Juan 3:16). Él quebró el poder que Satanás ejercía sobre la humanidad, y ahora provee la victoria sobre el pecado y el diablo. Debido a la muerte de Jesús en la cruz y Su resurrección, Él le produjo un golpe fatal al dominio de Satanás sobre las personas (Hechos 10:38; 26:15-18; Efesios 4:8; Colosenses 2:15; Santiago 4:7).

En el futuro, en la Segunda Venida de Jesús, “Él va a derrotar de manera permanente al diablo al removerlo de la tierra y lanzarlo en el lago de fuego para siempre (Romanos 16:20; Apocalipsis 20:10). El texto también habla de la simiente (descendiente) de la serpiente y la simiente (descendiente) de la mujer. “La descendencia de Satanás se refiere a los demonios, o ángeles
caídos, que lo siguieron en su rebelión. A través de todas las Escrituras se nos dice que la “simiente de Satanás” intenta destruir a la humanidad (Juan 8:44; Apocalipsis 12:9; 16:14). La “simiente de la mujer” obviamente se refiere a sus hijos, toda la humanidad.

Dios describe el alcance del conflicto. Involucrará a todas las generaciones futuras, “entre tu [de Satanás] simiente y la simiente de ella [de la mujer]” (1ª Pedro 5:8; 1ª Juan 5:19).
El éxito que tuvo Satanás en engañar a Adán y Eva dio como resultado la separación de ellos de Dios (Génesis 3:8, 21-24). Y Satanás continuará engañando y produciendo desorden en la semiente de la mujer y toda la humanidad (Apocalipsis 12:9; 20:2-3). Sin embargo, en el futuro, Dios promete que un descendiente masculino de la mujer va a aplastar y derrotar a Satanás y su simiente.“

¿No es este el mensaje del Evangelio? ¿No fue Jesús el que dijo que Él había venido a dar Su vida en rescate de muchos y a destruir las obras de Satanás (Mateo 20:28; Juan 12:31; 16:11), para proclamar libertad a los cautivos, y poner en libertad a los oprimidos (Lucas 4:18)? En otras palabras, este texto en Génesis 3 ya está hablando de Jesús, el Salvador, que vendría a revertir las obras destructoras de Satanás sobre toda la humanidad.

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